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Proponemos iniciar el viaje en Bilbao, ciudad que ha sabido reinventarse en los últimos años. Para contemplar las mejores vistas de la ciudad de manera diferente, sugerimos que subas en funicular al monte Artxanda, o que realices un paseo en barco por la ría. De cualquier de estas maneras, o si lo prefieres a pie, contemplarás la Torre Iberdrola, el Puente Zubizuri, obra del arquitecto Santiago Calatrava, la ría, el Palacio Euskalduna y, cómo no, el Museo Guggenheim entre otros. Éste merece una parada especial, no sólo por ser icono de la ciudad, sino también por las actividades que organiza para niños y familias. Otros dos puntos que seguramente resulten de interés son el Museo Marítimo, que en Navidades suele organizar talleres para niños, y el Museo Athletic Club. Este último se ubica en el estadio de fútbol de San Mamés y permitirá a los futboleros conocer la historia y los trofeos del club. No os podéis perder el casco viejo, también conocido como las Siete Calles, donde existe una amplia oferta cultural y gastronómica, destacando los bares de pintxos.