Se encuentra en un enclave privilegiado, protegido por los muros de la muralla medieval, en la calle Correría.
Esta expresión artística representa la noche de San Juan y la fiesta pagana que se celebra esa mágica noche, distinguiéndose diferentes aspectos que la caracterizan: hogueras, bailes y desenfreno.
La visión más óptima del mural se obtiene desde el Jardín de la Muralla, que tiene acceso por el Cantón de las Carnicerías.